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XVI encuentro de voluntariado oncológico

23 · Noviembre · 2020

FECEC adapta su encuentro para seguir al lado de los voluntarios

Según el último informe de la FECEC (Federación Catalana de Entidades Contra el Cáncer), en Cataluña hay 5.000 voluntarios que apoyan en el ámbito oncológico y que con su tarea contribuyen a velar por el bienestar de los enfermos de cáncer y de sus familias. Este año, el Encuentro de Voluntariado Oncológico se ha adaptado al formato on line para estar más cerca de los voluntarios, y ha tenido lugar este sábado 21 de noviembre bajo el lema “El valor de los pequeños gestos”.


El encuentro se organiza cada año con tres objetivos: agradecer y reconocer la labor solidaria de los miles de voluntarios que se dedican a este ámbito en Cataluña, fomentar el nexo de unión de este colectivo y reforzar el sentimiento de pertenencia en una comunidad que va más allá de la propia entidad.


La pandemia ha provocado que las entidades hayan tenido que adaptar los programas de voluntariado para poder seguir llevándolos a cabo a distancia, y se han reinventado nuevas fórmulas de voluntariado telefónico y virtual para asegurar poder llegar a todas las personas que necesitan este acompañamiento. El encuentro de este sábado ha permitido un espacio donde poder compartir la identidad de grupo por parte de los voluntarios de las diferentes entidades.


En la primera parte de la sesión, el escritor catalán Francesc Miralles (licenciado en filología alemana y especializado en psicología y espiritualidad) ha hablado del “Ikigai, la sabiduría de los centenarios japoneses para la motivación y el propósito vital”. Ha explicado cómo encontrar nuestro propósito vital, destacando la alimentación, el estilo de vida, el ejercicio y la filosofía del perdón y el agradecimiento, y nos ha acercado a los ingredientes secretos de la población más longeva del mundo, la de la isla de Okinawa (en Japón), donde viven el mayor número de personas centenarias del planeta. Una de las características principales es que tienen una comunidad muy fuerte y muy conectada entre sí y con la naturaleza y sus ciclos, se ayudan entre sí y tienen unas estructuras propias llamadas ‘moais’ con las que sostienen cualquier problema como grupo, en conjunto.


Después, el musicoterapeuta Àlex Carasol ha hecho una sesión participativa de círculos de percusión con el objetivo de compartir, expresar y socializar, donde todos los asistentes han improvisado un instrumento de persusión con cosas que tuvieran en casa, y han acabado haciéndolos sonar todos juntos.


Para acabar, Ariadna Torres (psicooncóloga de la Fundación Villavecchia y del Hospital Materno Infantil del Valle de Hebrón y experta en cuidados paliativas pediátricas) ha hecho una ponencia sobre “Cuidarse para cuidar” (Now O’Clock), para explicar la importancia del bienestar de los cuidadores (como segundas víctimas de una enfermedad), y aprender a leer nuestras emociones (escucharlas y desescucharlas) para poder encontrar espacios de bálsamo y ayuda para el cuerpo, la mente y también el corazón. La sesión ha acabado con una fotografía conjunta de mandalas que los voluntarios habían preparado para el encuentro.