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“Tuvimos a personas-ángeles ayudándonos en nuestros peores momentos, y eso nunca se olvida.” Silvia Barrieras, madre de Leire

09 · Septiembre · 2022

Leire y sus padres, Silvia y David, se alojaron en un piso cedido por la Fundación Villavecchia y participaron en nuestro programa de actividades. Además, nos han apoyado con la recogida de donativos. Conoce su historia.

“Leire llegó a nuestras vidas el 15 de agosto de 2018, llenándonos de amor y felicidad. Fue, ha sido y será lo mejor de nuestras vidas”, nos cuenta Silvia Barrieras, madre de Leire. “Era la mejor, siempre con su eterna sonrisa, le encantaba ir con su bici, disfrutaba saltando charcos con sus botas de agua, se lo pasaba en grande jugando en los parques, cuando veíamos a los bomberos les mandaba besitos... Era empática. En su guarde había una nena que lloraba muchas mañanas y se le caía el chupete, Leire se lo ponía otra vez, se le volvía a caer y se lo volvía a poner… Era una niña feliz.”

Cuando a Leire le diagnosticaron un neuroblastoma, a sus padres se les cayó el mundo encima, y el tratamiento fue muy duro: “verse encerrada en una habitación y rodeada de extraños que le hacían daño al pincharla o hacerle PCR, que por el tubito le ponían una agüita que le sentaba mal, se le cayó el pelito y no le podíamos poner quiquis, no estar en su casa, no ir a la guarde...” En palabras de Silvia: “Si no vives una situación de esta magnitud, por mucho que lo explique, no te haces a la idea. Por mucho que te digan: ‘lo entiendo, ya lo sé, me imagino...’ No es verdad. Es la peor situación por la que se puede pasar.”

Con el tiempo, algunos de esos “extraños” que rodeaban a Leire en el hospital Vall d’Hebron pasaron a hacerse un hueco en su corazón. Como nos cuenta Silvia, “ella se lo hacía saber dándoles abrazos, mandándoles besitos sonoros y fuertes, les enseñaba los dibujos en su tablet, les dejaba sus peluches favoritos (su vaca y el Bing), les cantaba, les enseñaba sus Legos, se reía con ellos.”

En la primera semana de hospitalización, la familia recibió la visita de Andrea Carmona, trabajadora social de la Fundación Villavecchia: “Andrea nos explicó que, para las familias que vivíamos lejos, había disponibilidad de piso. Estábamos buscando apartamento, hotel, lo que fuese, ya que en el hospital no podíamos estar los dos a la vez, sólo un acompañante. De repente, en esa terrible situación, aparece alguien con unas llaves del que será ‘tu piso’ mientras lo necesites, a cinco minutos andando del hospital Vall d’Hebron, lo que implicaba menos madrugones para Leire, entre otras facilidades. Poderse despreocupar de buscar, alquilar, pagar… Pudimos estar todo el tiempo que lo necesitamos, no hubo inconveniente. Rosa venía todas las semanas al mantenimiento del piso y Magi nos ayudó con todo cuando nosotros no estábamos para nada.” Silvia también nos explica que, en tiempos de Covid, fue muy positivo no tener que compartir piso, ya que Leire podía jugar y moverse allí con total libertad. “Lo mejor era cuando algún domingo venían a verla los abuelos, entonces era la más feliz del mundo.”

En cuanto las restricciones por la pandemia lo permitieron, Arantxa de Lara, responsable del Área de Voluntariado de la Fundación, visitó a la familia. “Arantxa le ofreció a Leire la posibilidad de que una voluntaria viniera al piso a jugar con ella, además de participar en actividades. De la mano de un voluntario, pudimos visitar el parque de bomberos de Montjuïc, a Leire le encantó montarse en el coche del jefe, subirse a un super camión y echar agua con la manguera...” También tuvieron la oportunidad de visitar el CaixaForum, donde Leire disfrutó observando los peces, experimentando y corriendo por el recinto.

“Fue estupendo, la verdad, conocer a personas que, sin tener por qué, te ayudan. Mención especial para todo el voluntariado que elige intentar hacer felices a los peques que se ven en esa situación. Te sientes arropado, acompañado, asesorado en momentos en que tú sólo estás para lo que estás. Como nosotros decimos, tuvimos a personas-ángeles ayudándonos en nuestros peores momentos, y eso nunca se olvida.

En mayo de 2022 se celebró la Perimetrail de Arguis-Nueno (Huesca), una carrera organizada por cuatro amigos que habían tenido familiares con cáncer. La familia de Leire se puso en contacto con ellos y juntos decidieron donar la recaudación de los dorsales. Gracias a ellos, se realizó un donativo de 400€ a la Fundación Villavecchia. Tras esta experiencia, decidieron crear un reto solidario que se cerró el 15 de agosto, día en el que Leire hubiese cumplido 4 años, y consiguieron recaudar y donar casi 9.000€ a beneficio de la investigación del neuroblastoma en el Hospital Vall d’Hebron. “Ahora estamos pensando en cuál será el siguiente paso, ya que no vamos a parar de luchar contra esta enfermedad para intentar evitar que más familias tengan que pasar por esta pesadilla”, nos cuenta Silvia, y añade: “Es super importante concienciar a la gente, ya que, por desgracia, aún hay quien gira la cara ante el cáncer infantil y, señores, ¡existe! Y cuando menos te lo esperas entra en tu casa sin llamar.

Muchas gracias, familia, por vuestro valioso testimonio, que seguro servirá de inspiración a otras familias.